Terruño y gastronomía provenzal
Desde hace siglos, los hombres y las mujeres de la Provenza producen una cocina provenzal de entre las más sabrosas y coloridas. Y esto gracias a los productos del terruño cuya calidad es reconocida más allá de la Provenza.
Aceite de oliva, viñedos y vinos famosos, frutas y verduras, hierbas aromáticas, quesos y frutas confitadas, constituyen los ingredientes básicos de una cocina muy apreciada por los gourmets.
Alioli, “tapenade” (pasta de aceitunas), pasta de anchoas, estofado de ternera, bullabesa (sopa de pescado), “pissaladière” (especie de pizza), “bourride” (sopa), lubina con hinojo, “pan bagnat” (especie de sándwich vegetal), sopa pistou… para citar sólo algunas de las más conocidas.
¡Buen provecho!
Buenas mesas alrededor de Bélézy
En Bedoin
El pueblo vecino de Bélézy cuenta con no menos de doce restaurantes. Le aconsejamos La Gousse d’Ail (François Duclaux) por su cocina provenzal y sus especialidades en carne de caza.
Más tranquilo, el mesón rural La Crémaillère y sus especialidades en vino y frutas (melocotón, albaricoque…).
En Caromb
A 7 km de Bédoin, dos excelentes granjas mesones: el Domaine Lou Magnan y La Grange du Papé. Una cocina auténtica con productos exclusivamente “caseros”.
En Monieux
La granja mesón St-Hubert (26 km al Este de Bélézy), en los picos de Monts du Vaucluse. Cocina sabrosa y cálida bienvenida.
En Saint-Estève
A 5 km de Bédoin, el Mas des Vignes. El chef Yann de Coëtlogon propone una cocina creativa y tradicional, en sala o en terraza, con una magnífica panorámica de la región, a 600m de altitud.
También se incluye cursillos de cocina y cenas concierto en el programa del chef, Christian Soehlke, a quien le gusta compartir su pasión por la gastronomía
En Villes-sur-Auzon
En la granja de Pezet, a 10 km al Sur de Bédoin, Pascal Morin le propone una cocina provenzal cuidada, en un marco panorámico, con sala de restaurante y terraza sombreada.
El país del aceite de oliva
Fruto provenzal por excelencia, la oliva se presenta en numerosas variedades, como la Picholine, la Grossane, la Cailletier o también la Lucques. Se puede consumir de mil maneras: tapenade, pasta de aceitunas, acompañando pescado… y sobre todo en aceite.
En la Vaucluse, alrededor de Bélézy, existe una decena de molinos de aceite en funcionamiento. El Molino de la Colombe, en Malemort du Comtat y el Molino de Comtat en Caromb se encuentran a tan solo unos kilómetros del camping.